A lo largo de la historia, el papel de la mujer en la psicología ha sido, en muchas ocasiones, invisibilizado o minimizado. Sin embargo, su contribución ha sido clave para el desarrollo de esta disciplina. Desde pioneras que desafiaron las normas sociales hasta investigadoras actuales que siguen transformando el campo, las mujeres han sido fundamentales en la evolución de la psicología.
Las primeras mujeres en la psicología
En el siglo XIX, cuando la psicología comenzó a consolidarse como disciplina científica, las mujeres tenían un acceso muy limitado a la educación superior. A pesar de esto, algunas lograron abrirse paso. Uno de los primeros nombres que resuenan es el de Mary Whiton Calkins, quien estudió en Harvard bajo la tutela de William James, aunque la universidad se negó a otorgarle el título de doctorado por ser mujer. Calkins hizo importantes contribuciones en psicología experimental y fue la primera presidenta de la Asociación Americana de Psicología (APA) en 1905.
Otra figura destacada fue Margaret Floy Washburn, la primera mujer en obtener un doctorado en psicología en 1894. Su trabajo en la psicología comparada y la teoría del comportamiento influyó en generaciones de investigadores.
Mujeres influyentes en la psicología del siglo XX
A medida que el siglo XX avanzó, más mujeres lograron hacerse un espacio en el ámbito académico y profesional. Karen Horney, psicoanalista alemana, desafió muchas de las ideas de Freud sobre la psicología femenina, proponiendo nuevas perspectivas sobre la neurosis y la personalidad. Su trabajo fue fundamental para el desarrollo de la psicología humanista y feminista.
Otra mujer clave fue Bärbel Inhelder, colaboradora de Jean Piaget, quien jugó un papel fundamental en la expansión y consolidación de las teorías sobre el desarrollo cognitivo infantil. Sus estudios ayudaron a comprender mejor la evolución del pensamiento en los niños.
En el ámbito de la psicología de la memoria, Elizabeth Loftus revolucionó la comprensión sobre los falsos recuerdos y el impacto de la sugestión en la memoria humana. Su trabajo ha sido crucial en ámbitos como la justicia penal y la psicología forense.
Psicólogas españolas influyentes
España también ha contado con mujeres que han hecho importantes contribuciones a la psicología. Una de ellas es Mercedes Rodrigo, pionera en la psicología aplicada y la primera mujer en ejercer como psicóloga profesional en España y América Latina. Su trabajo en orientación profesional y psicología infantil fue clave para la expansión de la disciplina.
Otra figura relevante es Helena Matute, experta en psicología experimental y cognitiva, cuyos estudios sobre aprendizaje, memoria e inteligencia artificial han sido fundamentales en la intersección entre psicología y tecnología.
La mujer en la psicología contemporánea
Hoy en día, las mujeres representan una gran parte de la comunidad psicológica y siguen realizando aportes significativos. Marsha Linehan, creadora de la terapia dialéctico-conductual, ha transformado la manera en que se entienden y tratan diversas condiciones psicológicas, especialmente el trastorno límite de la personalidad.
A pesar de los avances, aún existen desafíos como la desigualdad en la representación en puestos de liderazgo o la subestimación de ciertas líneas de investigación dirigidas por mujeres. Sin embargo, el impacto de sus contribuciones es innegable y sigue creciendo.
Reflexión final
La historia de la psicología no puede entenderse sin el aporte de las mujeres que, con esfuerzo y dedicación, han desafiado las barreras impuestas por la sociedad. Visibilizar su trabajo no solo es un acto de justicia histórica, sino también una inspiración para las futuras generaciones de psicólogas e investigadoras.
¿Qué otras mujeres en la psicología crees que merecen ser más reconocidas? ¡Déjanos tu opinión en los comentarios!